viernes, 21 de noviembre de 2008

El Tiempo Pasa y Las Vacas Siguen Siendo Vegetarianas

Luego de un año, ocho meses y 6 días de algún otro día de mi existencia, me pregunte a mi mismo: “Mismo, no teníamos un blog por ahí?”, y efectivamente recordé que había escrito algo por algún lado del gran disco duro (o Hard Disk como diría mi amigo anglosajón) de Google “Patrocinador Oficial del Poeta del Huerto”.

Como en ese momento no tenia nada que hacer, llame a mis musas para que me inspiraran a escribir algún tema, ellas entendieron mal el mensaje y en vez de inspirarme, se aspiraron dos kilos de harina de centeno por las fosas nasales y salieron volando por la ventana cuan Peter Pan, y gritando a viva voz por la calle que eran pan de centeno.

Como me dejaron solo con esto, me propuse escribir de un problema que me aqueja al haber tomado una decisión determinante en mi vida hace mas de 5 años. Mama, papa, soy vegetariano.

Todo indicaba que mi salud mejoraría y que el mundo sonreiría a mi lado, la gente diciendo “ahí va el vegetariano, que buen tipo que es” y que al caminar por las veredas florecieran jazmines, gladiolos y margaritas como un anuncio publicitario de desodorante de ambientes o desinfectante de inodoro.

Para aquellos que están pensando tomar esa decisión les comento desde ya que la vida de un vegetariano no es color verde como lo pintan y paso a explicarles los puntos que apoyan mi moción.

Siempre que vas a una fiesta, reunión, picadera o un picnic en el 4to B tenés que cargar con tu propia comida y si los que te invitan son de confianza, recordarles tu estado “vegetativo” para luego escuchar un “ahh cierto que no comes carne, pero vamos a hacer ensaladas también eh no te preocupes varón que de hambre no te vas a morir” y efectivamente es de lo primero que me muero porque las ensaladas son de lechuga y tomate, que me encantan, pero no me sirven ni para limpiarme los dientes.

Aparte de ser vegetariano soy de buen comer y eso complica la situación. Mi portación de barriga, que no es tan grande tampoco (comentario para cuidar mi imagen pública), hace desconfiar a la gente de mi filosofía, entonces preguntan “vos vegetariano? Con esa panza?” a lo que mi respuesta seguida es “las pizzas de queso y las pastas no llevan carne”, respuesta que los deja mas confundidos pero conformes de haber saciado su irreverente pregunta.

Otra gran complicación es compartir una parrillada con vegicuriosos y procedo a explicarles el significado de dicha palabra. Son personas que llegan a la reunión a comerse unos churrascos y costillas de cerdo y se encuentran con mis humildes hamburguesas de soya contadas en cantidad para saciar ese apetito voraz provocado por el aroma a carne asada que tanto extraño, porque que sea vegetariano no significa que me haya dejado de gustar la carne. Pero volviendo al tema de mis hamburguesas, siempre a punto de comerlas se acerca ese grupito de curiosos que te preguntan “son vegetarianas? Las puedo probar?” y por tu mente pasa que cada bocado a probar por ellos es menos cantidad para saciar el abismo estomacal. Entonces por ser buena onda les convidas advirtiendo así con voz tímida para no quedar como el garca* de la fiesta “miren que esto es lo único que como eh déjenme algo JA-JA-JA” risa tan falsa como mi cortesía. Entonces los parásitos después de comerse la mitad de tu almuerzo te responden con rostro estreñido “no están mal, pero prefiero seguir comiéndome unos churrascos de verdad” poniendo cara de ente superior cuan empresario dándole un centavo al limpiavidrios de su mercedes luego de comentarle a su acompañante, “estos pendejos** limpiavidrios me tienen podrido, culpa del gobierno que no los saca de acá”.

Así que a todos los futuros vegetarianos que evalúan la posibilidad de pasarse al mundo saludable les digo que para ser vegetariano hay que tener muchos huevos***, y si comes huevo nunca va a faltar el personaje que diga “ahhh pero si comes huevo entonces no sos vegetariano del todo” a lo que educadamente se responde “andalcnchutumá****”

Se que por mas que sea vegetariano eso no me salva de mi destino y podré morir de un cáncer de estomago o intestinal por mas que haya comido sano, pero en mi lapida dirá “Poeta del Huerto, y porque era vegetariano?”



Explicación para personas de habla hispana que no comprenden el dialecto de las pampas.

* Garca: un tipo mala onda

** Pendejos: sinónimo de niños pero despectivamente, en otros países de Latinoamérica es una palabra ofensiva y vulgar pero no es mi intención en el escrito ofender a nadie y si te ofendí es tu problema no el mío y lo arreglamos en la esquina si querés ehhh!!!

*** Huevos: producto de la gallina, codorniz, avestruz y otras aves, palabra también utilizada para describir coraje, valentía.

**** andalcnchutumá: termino utilizado por los nativos de los barrios bajos del Gran Buenos Aires que se refiere a un deseo de enviar al individuo receptor del vocablo al vientre de su madre, mejor dicho a la puerta de salida del mismo.

1 comentario:

gus dijo...

Primero, gracias por comentar en mi blog, por tu buen humor y por tu buena onda hacia un carnivoro medio salvaje que soy. Me sorprendiste gratamente y gracias a que existen vegetarianos con los que se puede charlar, discutir, debatir y cagarse un rato de risa (aunque no coman carne, jajaja).
Poeta: No te veo muy convencido de tu decisión de no comer carne o realmente no me doy cuenta del objetivo real de comer vegetales, huevos y leche. Creo que comiendo carne también es saludable, en su justa medida. Me hiciste recordar a los ex fumadores que tienen que ir a las reuniones de sus amigos ahumados y aguantarse. Pero ellos por lo menos dejan de fumar por una razon saludable y más estudiada. Todos sabemos que el tabaco es una mierda (y yo fumo lamentablemente...). No te voy a dar más la brasa, y tímidamente te envidio por tu determinación. Si algún día volves al pecado de la carne, te invitaré a comer unas milanesas napolitanas que me salen de muerte. Un abrazo. Gus

PD: te voy a enlazar como una excepción porque con lo vegetas no me llevo bien, jajajajaja